El sueño irónico de un lenguaje común para las mujeres en el circuito integrado.
La autora del texto comienza su obra tomando como referente la blasfemia para construir un irónico mito político fiel al feminismo, socialismo y al materialismo. Plantea al cyborg como un organismo cibernético, un hibrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción.
Haraway enfoca el cyborg en una metáfora para ofrecer una estrategia política para los intereses aparentemente disparatados del socialismo y del feminismo (1).
Plantea en su texto además que tanto la medicina moderna como la ciencia ficción está llena de cyborgs; los cuales en la ciencia ficción hay criaturas que son simultáneamente animal y maquina dando a entender como un ejemplo para mi concepto ‘’el hombre con su celular con manos libres o con su teléfono de alta tecnología el cual puede conectarse con el mundo; además en la medicina moderna está llena de acoplamientos entre organismos y maquina, un claro ejemplo para mi seria:’’ los implantes que se realizan para alargar la vida de los seres humanos como corazones artificiales y demás órganos que se pueden implantar’’.
Según haraway: ‘’el presente trabajo es un canto al placer en la confusión de las fronteras y a la responsabilidad en su construcción. Es también un esfuerzo para contribuir a la cultura y a la teoría feminista socialista de una manera postmoderna, no naturalista, y dentro de la tradición utópica de imaginar un mundo sin géneros, sin génesis y quizás, sin fin’’.
Con respecto a la política de ficción, a finales de este siglo en la cultura de los estados unidos, la frontera entre lo humano y lo animal tiene bastantes brechas; pero mucha gente ya no siente la necesidad de tal separación. Más aun bastantes ramas de la cultura feminista afirman el placer de conectar lo humano con otras criaturas vivientes. Ahora los movimientos de defensa de los derechos de los animales son un reconocimiento claro de conexión hombre-animal.
Antes la maquinas pre cibernéticas podían estar encantadas, existía siempre en ellas el espectro del fantasma, básicamente no poseían movimientos por sí mismas, no decidían, no eran autónomas. Ahora ya no estamos tan seguros de esto, las maquinas de este fin de siglo han convertido en algo ambiguo la diferencia entre lo natural y lo artificial, entre el cuerpo y la mente, entre el desarrollo personal y lo planeado desde el exterior y muchas otras distinciones que solían aplicarse entre los organismos y las maquinas.
Las maquinas modernas son la quintaesencia de los aparatos microelectronicos: están en todas partes, pero son invisibles como: los chips electrónicos. ‘’La miniaturización se ha convertido en algo relacionado con el poder: ‘’ lo pequeño es más peligroso que maravilloso’’, refiriéndose a mi parecer a los nano-chips de ultima tecnología.
La autora del texto comienza su obra tomando como referente la blasfemia para construir un irónico mito político fiel al feminismo, socialismo y al materialismo. Plantea al cyborg como un organismo cibernético, un hibrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también de ficción.
Haraway enfoca el cyborg en una metáfora para ofrecer una estrategia política para los intereses aparentemente disparatados del socialismo y del feminismo (1).
Plantea en su texto además que tanto la medicina moderna como la ciencia ficción está llena de cyborgs; los cuales en la ciencia ficción hay criaturas que son simultáneamente animal y maquina dando a entender como un ejemplo para mi concepto ‘’el hombre con su celular con manos libres o con su teléfono de alta tecnología el cual puede conectarse con el mundo; además en la medicina moderna está llena de acoplamientos entre organismos y maquina, un claro ejemplo para mi seria:’’ los implantes que se realizan para alargar la vida de los seres humanos como corazones artificiales y demás órganos que se pueden implantar’’.
Según haraway: ‘’el presente trabajo es un canto al placer en la confusión de las fronteras y a la responsabilidad en su construcción. Es también un esfuerzo para contribuir a la cultura y a la teoría feminista socialista de una manera postmoderna, no naturalista, y dentro de la tradición utópica de imaginar un mundo sin géneros, sin génesis y quizás, sin fin’’.
Con respecto a la política de ficción, a finales de este siglo en la cultura de los estados unidos, la frontera entre lo humano y lo animal tiene bastantes brechas; pero mucha gente ya no siente la necesidad de tal separación. Más aun bastantes ramas de la cultura feminista afirman el placer de conectar lo humano con otras criaturas vivientes. Ahora los movimientos de defensa de los derechos de los animales son un reconocimiento claro de conexión hombre-animal.
Antes la maquinas pre cibernéticas podían estar encantadas, existía siempre en ellas el espectro del fantasma, básicamente no poseían movimientos por sí mismas, no decidían, no eran autónomas. Ahora ya no estamos tan seguros de esto, las maquinas de este fin de siglo han convertido en algo ambiguo la diferencia entre lo natural y lo artificial, entre el cuerpo y la mente, entre el desarrollo personal y lo planeado desde el exterior y muchas otras distinciones que solían aplicarse entre los organismos y las maquinas.
Las maquinas modernas son la quintaesencia de los aparatos microelectronicos: están en todas partes, pero son invisibles como: los chips electrónicos. ‘’La miniaturización se ha convertido en algo relacionado con el poder: ‘’ lo pequeño es más peligroso que maravilloso’’, refiriéndose a mi parecer a los nano-chips de ultima tecnología.
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